El gran negocio del fútbol.

Cada cuatro años los mundiales de fútbol casi que paran al mundo, salvo los conflictos armados que lamentablemente continúan lacerando algunas sociedades atizados por el complejo militar industrial norteamericano por sus intereses mercantilistas.

Pero el Mundial no deja de ser también un gran negocio, no sólo para la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), sino también para un grupo de transnacionales que utilizan el acontecimiento para multiplicar sus ganancias y extender sus tentáculos hegemónicos en materia económica.

La Copa Mundial en Sudáfrica le ha proporcionado a la FIFA una satisfacción muy importante: fue clave para que el pasado año esa entidad obtuviera ganancias récord y no se viera afectada por la crisis económica que afecta al mundo.

Y no es que lo diga este servidor, sino que el director financiero de la FIFA, Markus Kattner, lo apuntara cuando especificó que en total las ganancias ascendieron a la suma de 196 millones de dólares, 12 millones más que las del 2008, dinero proveniente principalmente de los contratos de patrocinio y de los derechos de transmisión televisiva de cada encuentro.

Como señalé en un segmento anterior, de todo este dinero recaudado unos 56 millones de dólares se repartirán entre todas las asociaciones miembros de la FIFA, de las cuales cada una recibirá 200 mil dólares, al tiempo que a cada confederación continental le corresponderá dos millones y medio adicionales.

Así, con las arcas repletas y con un futuro halagüeño, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, comentó que ¨estamos cómodos y no diría que somos ricos¨ ¡Vaya alarde de modestia!

Mundial de Fútbol, sismo intenso en Cuba.

Aunque este país no es de los más pródigos en fútbol sí tiene el privilegio y la particularidad de estremecerse desde que se inician las Copas del Mundo.

Y es que el estado cubano comprende que el más universal más que deporte es una pasión que no tiene fronteras, en medio de un contexto cuyo nivel en el país adolece de categoría, como para aspirar a estar representado en un evento de esta naturaleza.

Sin embargo, los cubanos desde hace algunos años tenemos la satisfacción - no muy común por cierto -, de disfrutar de cada uno de los juegos de las Copas Mundiales de Fútbol, a partir de una voluntad política del gobierno de transmitir en vivo a través de la radio y la televisión nacional los atractivos duelos que ahora se protagonizan en suelo sudafricano.

Por otra parte, la Televisión Cubana dedica una buena parte de su programación deportiva a temas futbolísticos, con una cuota tiempo mayor que la del béisbol - el deporte nacional en esta nación caribeña -, que ha ido creando una cultura del más universal entre los cubanos.

Esta situación no se da con otras disciplinas deportivas que como el fútbol, tampoco han alcanzado resultados relevantes para Cuba en el concierto deportivo internacional.

Aquí la gente habla de fútbol desde mucho antes de comenzar la Copa; incluso sigue las eliminatorias a través de diversas vías de comunicación.

En cuanto a la predilección por quienes ganarán el Mundial, sin dudas los once de Brasil y Argentina tienen la mayor cantidad de votos, sin descartar a otras selecciones como las de Inglaterra, España y Holanda. Aunque pienso que todos los equipos participantes en Sudáfrica tienen sus respectivas cuotas de seguidores en Cuba.

Reitero que la afición del país tiene una cultura deportiva, la cual ha ganado en los últimos 50 años a partir del triunfo de la Revolución en 1959, momento en que el deporte pasó a ser patrimonio de todos los cubanos.

De otra parte, las jugosas ganancias originadas por el fútbol harán que la Federación Internacional (FIFA) reparta 420 millones de dólares entre las federaciones participantes en esta edición del 2010.

En el mundial de Alemania hace cuatro años se repartieron 300 millones, y en el del 2002 en Corea y Japón, 199 millones, mientras que la cifra en esta oportunidad multiplica por diez la que se dio hace veintiocho años, en el Mundial de España, celebrado en el año 1982.

Quien finalice como subcampeón recibirá 24 millones y se repartirán otros veinte millones a los semifinalistas, dieciocho a los que jueguen los cuartos, nueve a los que alcancen los octavos de final y ocho a los que disputen la fase de grupos.

Y como esto fuera poco, está previsto el reparto de cuarenta millones de dólares entre los clubes cuyos jugadores tomen parte en la Copa Mundial por su contribución a la celebración del evento.

Clavadistas cubanos se destacan en Copa Mundial.

Los clavadistas cubanos obtuvieron el fin de semana último su mejor puntuación en copas mundiales, tras ganar medalla de bronce la dupla en sincronizado de plataforma integrada por José Antonio Guerra y Jenkler Aguirre.

La ciudad china de Changzhou fue escenario de la justa donde Guerra y Aguirre sumaron 462,60 unidades que les permitió subir al podio de premiaciones junto a los duetos de china, medallista de oro, y Rusia, plata.

Las medallas precedentes conquistas en copas mundiales de clavados se obtuvieron hace ocho años, ocasión en que José Antonio Guerra se acreditó el bronce en el individual de plataforma y compartió la presea plateada con Erick Fornaris.

Esta ha sido una buena temporada para Guerra y Aguirre, ya que se agenciaron una presea de plata en el Grand Prix de Montreal, Canadá, y dos de bronce en dos de las fases de la Serie Mundial.

El clavado es un deporte de elite, reservado para los países más desarrollados y con muchos recursos económicos, como ocurre con todos los deportes acuáticos.

Sin embargo, Cuba siempre ha tenido buenos clavadistas desde que comenzó a practicarse esta modalidad deportiva en el país.

Rolando Ruiz Pedreguera, hoy comisionado nacional, Abel Ramírez y Erick Fornaris, son algunos de los más notables a los que se sumó después la hornada de José Antonio Guerra, Jorge Betancourt y Jenkler Aguirre.