15/7/09

Adiós a Basilio Fuentes, insuperable recordista.

Eran apenas las siete de la mañana del miércoles 15 de julio, cuando de repente sonó el teléfono de mi casa. Estaba despierto desde bien temprano y me disponía a buscar en internet las noticias más prominentes del mundo, sobre todo las relativas al deporte.

En el otro extremo del hilo telefónico los ¨buenos días¨ del inconfundible amigo Lázaro Betancourt me pusieron en tensión, mucho más cuando – sin rodeos y en tono triste- me comunica que esta misma madrugada había fallecido nuestro común amigo, Basilio Fuentes.

No pude evitar el choque emocional por tan inesperada y lamentable noticia. Tenía a Basilio como uno de mis más legítimos amigos, aun cuando pasaba el tiempo y apenas nos comunicábamos, sin embargo ambos sabíamos que estábamos, que existíamos y podíamos contar el uno con el otro.

Nacido en La Habana en el año 1937, este hombre de estatura mediana e ímpetu contagioso, había dedicado gran parte de su vida a compilar todo lo que tuviera que ver con el deporte rey, sobre todo, del atletismo cubano desde sus primeras competencias.

Fueron muchos años de consagración a tan importante labor profesional, con paciencia asiática pudiéramos asegurar.

En los últimos años, junto al propio Lázaro Betancourt – su entrañable compañero y amigo -, Basilio Fuentes escribió libros que hoy son fuente imprescindible de consulta para especialistas, técnicos, entrenadores y la prensa especializada del atletismo.

¨Cuba y el mundo en los años olímpicos 1924 – 2004¨, fue una de sus últimas obras escrita a cuatro manos con Betancourt.

Basilio pertenecía a la Asociación Internacional de Estadísticos de Atletismo (ATPS), a la Asociación de Escritores de Atletismo de los Estados Unidos de América (TAFWA), y presidía el Comité de Estadísticas de la Federación Cubana de Atletismo.

Para hablar de marcas y récords de atletismo había que contar con Basilio Fuentes. Era una suerte de enciclopedia viviente. ¡Qué memoria!.

Hombre amable, alegre, solidario y sabio. Así era Basilio Fuentes, a quien sorprendió la muerte cuando dormía en la madrugada de este 15 de julio.

Me lo imagino haciendo el cuento de su velatorio entre risas y choteos, como insinuando que hombres como él no mueren porque quedan en nuestra memoria para siempre.

La gloria sabrá acoger a un recordista insuperable en su sprint final: Basilio Fuentes.
!Hasta siempre, querido amigo!.


8/7/09

Alto rendimiento en el deporte: entrenar, entrenar y entrenar.

El deporte de alto rendimiento de antes y de hoy día requiere de una rigurosa preparación física, técnico, táctica y psíquica en el afán de que los atletas y equipos alcancen resultados importantes en el concierto deportivo mundial.

La inmensa mayoría de los entrenadores y técnicos aseguran de que una gran parte de los éxitos se conquistan en los entrenamientos, los cuales exigen tesón, disciplina y sistematicidad de los deportistas.

No pocas veces los entrenadores aplican como fórmula que ¨quien no venga al entrenamiento del domingo no irá al próximo evento internacional¨, mientras que otros le dan mucha importancia a la responsabilidad individual y colectiva, así como a los sentimientos. Es decir, en la preparación de los atletas y equipos deportivos coexisten múltiples factores que juegan un rol importante camino a obtener medallas en las competencias internacionales.

Entrenadores, asistentes, médicos, masajistas, psicólogos, todos deben ejercer su papel, que está indisolublemente ligado a la autoridad ganada ante atletas y el colectivo en general. Es imposible pretender que el atleta llegue en hora al entrenamiento si el primero que no está es el jefe del colectivo.

En el deporte, como en otras facetas de la vida, predicar con el ejemplo contribuye a despejar el camino hacia el podio de premiaciones. El rigor, la exigencia y, por supuesto, el buen ejemplo se dan la mano en las preselecciones y equipos deportivos.

A veces uno se pregunta cómo es posible que un atleta o equipo con posibilidades y maestría deportiva, no se desempeñe con eficacia en las competiciones.

Entre las respuestas más probables pueden estar que no se preparó bien o, sencillamente, no cumplió con disciplina el programa de entrenamiento concebido.

Para ser campeón no basta solo con el talento y las capacidades físicas, también se necesita disciplina y consagración. La práctica de la vida lo demuestra todos los días.