18/7/08

Beijing puede ser un referente.

La fiesta más atractiva y trascendente del deporte mundial, se iniciará dentro de muy poco, exactamente el 8 de agosto en Beijing, China. Serán los vigésimos Novenos Juegos Olímpicos de la era moderna, una justa a la que asistirán unos 10 mil 500 atletas en representación de más de 200 países, quienes competirán en 28 deportes.
Diecisiete días de confrontación atlética en busca del la victoria, de lo más preciado para cualquier atleta: ascender a la gloria olímpica. Los organizadores chinos han impuesto records en la construcción y habilitación de las instalaciones, han trabajado duro y con premura. Pero también hacen igual esfuerzo -diría yo que van por el camino del ejemplo-, en la lucha contra el dopaje. Como buenos anfitriones, las autoridades deportivas del gigante asiático aplican mano dura contra uno de los mayores flagelos del deporte moderno: el dopaje.
Nada de ¨medias tintas¨ con los atletas chinos involucrados en esa deshonrosa práctica: serán suspendidos de por vida, una medida que ojalá se universalice en el ¨mundillo¨ del deporte. Desde marzo pasado China aplica esa medida a los integrantes de sus equipos nacionales, e incluso también a sus entrenadores y médicos por la responsabilidad que tienen en la observancia de las normas dirigidas a combatir y a desestimular el uso de sustancias prohibidas.
Hace cuatro años, en los Juegos de Atenas 2004, los organizadores griegos vivieron un desagradable incidente cuando los corredores de ese país Costas Kenteris y Ekaterina Thanou, se ausentaron a controles antidopaje y simularon un accidente en una moto. De allí que los chinos ya aplicaron la referida sanción al nadador Ouyang Kunpeng y al luchador Luo Meng, y a sus respectivos adiestradores, así como a otros atletas de clavado, atletismo, natación y pesas.

Controles sorpresivos, sin excepción a todos los atletas, tengan la trayectoria que tengan, como por ejemplo ocurrió con el campeón olímpico de los 110 metros con vallas, Liu Xiang, quien fue sometido a seis exámenes antidopaje.
Entretanto, el Comité Olímpico Internacional (COI) redobla esfuerzos en su propósito de combatir el dopaje.El organismo que rige el deporte mundial ha anunciado que en los Juegos de Beijing se harán más de 4 mil 500 controles, un incremento del 25 porciento en comparación con los que se hicieron en Atenas 2004. Entre el 27 de este mes de julio y el 24 de agosto, el Comité Olímpico Internacional, la Agencia Mundial Antidopaje y el Comité Organizador de los XXIX Juegos Olímpicos, harán pruebas en cualquier lugar y momento.
Según se ha anunciado, en Beijing estarán activados 34 puestos de control antidopaje, a los que se unen otros siete en las demás subsedes. La batalla contra el consumo de sustancias prohibidas es una preocupación del COI y otros organismos internacionales desde hace años, sin embargo la creciente comercialización del deporte estimula tan perniciosa práctica.
Habrá que cambiar muchas cosas en el concierto deportivo mundial para que el dopaje desaparezca. El ejemplo de China puede ser un referente a tener en cuenta en ese difícil camino.







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