15/7/08

Un revés preocupante en béisbol.

El fin de semana último finalizó en Haarlem, el tradicional torneo de béisbol que organiza esa ciudad de holandesa, al cual asiste todos los años una representación cubana. Esta vez la justa tuvo mayor rango, porque Cuba envió a su preselección olímpica de la que saldrá el equipo que tratará de refrendar el título de hace cuatro años en los Juegos de Atenas 2004.

La noticia de más repercusión fue que el equipo antillano no pudo conquistar el título, al caer en la final frente a una selección de universitarios estadounidenses, 4 carreras por una, la cual contó con un excelente pitcheo y una oportuna ofensiva frente a los tiradores cubanos. Los comentarios y preocupaciones enseguida salieron a la luz entre la afición nacional, a menos de un mes del comienzo del torneo beisbolero en Beijing.

En Haarlem la ofensiva cubana fue sólo un espejismo, pues su producción estuvo muy por debajo de las posibilidades y del nivel que debe mostrar a esta altura de la preparación de cara a la cita olímpica. En realidad -y no lo debo ocultar-, es un síntoma preocupante, aunque es cierto que aún la preparación de los peloteros cubanos no está al tope, pero no falta mucho para llegar al mismo.

Permítame recordarle que este triunfo de la novena norteamericana frente a la preselección olímpica nuestra, es el cuarto que logran equipos de ese país en los últimos cinco juegos entre ellos, ya que vencieron en el Mundial Universitario, en el Preolímpico y en la Copa del Mundo, mientras que los nuestros salieron airosos en los Panamericanos 2007 de Río de Janeiro. Claro, estas historias no tienen por qué repetirse.

Sin embargo, no se debe dejar de tener en cuenta que a la capital china tanto Estados Unidos, como Japón, Taipei, Korea del Sur y Holanda, llevarán equipos de mayor calidad y bien preparados, algunos de ellos con jugadores experimentados en todas las áreas de juego.

Si bien el torneo de Haarlem sirvió para ¨afinar¨ la maquinaria antillana y perfilar quiénes en definitiva harán el equipo a Beijing, también fue revelador de fallas y carencias de nuestra selección, no sólo en su bajo rendimiento, sino también en cuanto a estrategia y rotación del pitcheo se refiere.

Lo digo con toda sinceridad: me preocupa la incógnita del pitcheo y la ¨sequía¨ ofensiva, además de que aún se busca un nuevo ¨líder¨ dentro de la novena nacional. Es imprescindible, además, conformar una alineación titular que rinda al máximo, que cada hombre esté en el lugar que le corresponde de acuerdo a sus características y posibilidades. Si esos elementos tan importantes no se ponen ¨a punto¨, pasaremos mucho trabajo en los diamantes chinos para preservar la hegemonía olímpica en el béisbol.

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