Los Juegos Escolares Nacionales y la Olimpíada Juvenil en su edición del 2008, ya son historia. No por esperada, la victoria de Ciudad de la Habana es merecedora del más alto encomio, mientras que Santiago de Cuba finalizó en el segundo lugar luego de casi quince días de fraterna confrontación deportiva. La representación de Matanzas se adueñó de la tercera plaza por provincias.
En cuanto a los que más preseas conquistaron se destaca una nadadora visitante, la venezolana Arantxa Aranguren, quien llevó a sus vitrinas personales la impresionante cifra de seis medallas de oro, una de plata y otra de bronce. Muy cerca de la ondina visitante estuvieron el gimnasta santiaguero Manrique Larduet y el tritón tunero Ángelo Sainz, cada uno con sus seis coronas. Este año los Juegos Escolares ratificaron cuan importante son en el desarrollo y consolidación de la pirámide del alto rendimiento cubano.
Más de diez mil participantes tuvo la lid multideportiva entre atletas, entrenadores, árbitros, personal médico y de apoyo, quienes ocuparon unas treinta instalaciones en todo el país durante casi quince días.
En la Olimpíada Juvenil, aunque no todos los eventos previstos pudieron realizarse, también Ciudad de la Habana fue la provincia ganadora seguida por Santiago de Cuba y Matanzas, en los lugares dos y tres, respectivamente. Por cierto, la comitiva de la República Bolivariana de Venezuela ocupó el cuarto puesto general del medallero, por delante incluso de provincias tradicionalmente fuertes como Camaguey y Villa Clara.
El saldo de ambas lides es positivo, aunque siempre afloran dificultades en el orden organizativo que seguramente serán subsanadas para la edición del próximo año 2009. La cantera del deporte cubano goza de ¨buena salud¨, de allí que será de estricto celo darle seguimiento y atención a esos talentos deportivos, quienes casi seguro en su inmensa mayoría serán nuestros nuevos campeones.
Motivarlos, atenderlos y ¨pulirlos¨ como el más valioso diamante, resulta inaplazable por parte de activistas, técnicos y entrenadores. El futuro del deporte cubano está en ellos.
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