12/7/08

El riesgo de un pronóstico.

Hacer pronósticos no es tan sencillo como quizás algunos piensan, porque de hecho cuando uno se somete a esa… llamémosle ¨aventura¨, está poniendo a prueba su capacidad de análisis y el sentido común también, aunque a decir verdad el pronóstico es una suerte de ¨adivinación¨ mágica.

La verdad contundente, la real, objetiva, se revela como cierta e incuestionable cuando termina la confrontación en el escenario competitivo. Ese es el momento en que el pronóstico se cumple o no, cuando el desempeño del atleta o el equipo se correspondió en resultado con sus vaticinios precompetencia. A algunos no les gustan, incluso los subestiman o, cuando menos, no los tienen en cuenta, aún cuando le da cierto ¨sabor¨ a la actividad deportiva.

Por supuesto, mi quehacer periodístico me ha obligado muchas veces a hacer pronósticos, en unos he acertado y en otros el ¨blanco¨ me ha quedado tan esquivo como la mismísima muralla china. Por cierto, no me atrevo a predecir cuántas medallas conquistarán los atletas cubanos en la fuerte puja de la capital china. Mucho menos intentaré insinuar el lugar que ocupará nuestra comitiva en el medallero de esos Juegos, porque en una competencia atlética de cualquier rango subyacen muchos factores; los objetivos, conocidos de antemano, y los subjetivos, aquellos que por lo general ¨echan por tierra¨ cualquier tipo de especulación.

Un atleta puede salir al escenario de competencia con la ¨etiqueta¨ de superfavorito, sin embargo el camino al título se le complica más de lo previsto, surgen imponderables fuera de todo cálculo, su disposición psicológica no era la mejor, en fin, ¨ese no era su mejor día¨, pero sí el decisivo y del ¨ahora o nunca¨. Las cosas se transforman en cuestión de segundos; no debe olvidarse que en la porfía deportiva no todo depende de quien compite; otros factores influyen y deciden incluso: hablo del arbitraje, el público…

Se habrá dado cuenta de que en asuntos de pronóstico el riesgo del fracaso está latente hasta en la meteorología. ¿Y usted, ya tiene el suyo?. Los Juegos de Beijing son un buen pretexto.






































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